Este asunto, recientemente finalizado y, en el que intervine personalmente, tenía la peculiaridad de que se trataba de un tema donde, a nivel legal, nos encontrábamos en el tránsito de lo que antes era el típico procedimiento de incapacidad; y que, ahora, es un procedimiento donde, en todo caso, habrá que adoptar medidas de apoyo a la persona afectada por alguna discapacidad, en aquellas áreas concretas donde las necesite. Es decir, en modo alguno se les considerará como incapaces, sino que solo precisarán de ciertos apoyos para el ejercicio de su capacidad. Esta ley se creó con el propósito de que no se anule la capacidad de las personas, afectadas por alguna discapacidad, en relación con la toma de sus propias decisiones vitales; como así podía ocurrir con la legislación anterior, que podía limitarla si se adoptaba la tutela judicial completa.
En el caso que ha finalizado recientemente se obtuvo el resultado pretendido, constituyéndose la figura de la curatela con funciones de representación en favor de nuestra cliente, en relación al hijo de esta.
