Nos entró un caso de un cliente que había perdido la confianza en el Letrado que le llevaba un tema civil, pendiente de vista oral.
Cuando nos llegan asuntos, ya sean civiles o penales, en tan avanzado momento procesal, el trabajo que llevamos a cabo es exhaustivo; ya que, intentamos buscar cualquier solución para, aunque sea en el momento del juicio, conseguir que el resultado para nuestro cliente fuera el más favorable posible para sus intereses.
Al valernos en el día del juicio de una prueba que se había presentado en la contestación en la demanda, pero a la que no se le dio el valor que verdaderamente tenía, basamos nuestras conclusiones en la valoración de esa prueba para demostrar al juez que verdaderamente la demanda presentada carecía de substanciación suficiente, ya que los defectos que la parte demandante reclamaba no eran objeto de la garantía del contrato entre particulares que esta había suscrito con nuestro representado.
A pesar de entrar en el proceso en fase avanzada, con la ayuda de la argumentación hecha el día del juicio, el juez consideró la significación de la prueba que resaltamos ese día y, conseguimos que nuestro cliente no resultase condenado al pago de cantidad alguna, condenando a la parte actora a pagar todas las costas del proceso.