¿Por qué se reducen las penas cuando existe lo que se denomina como «dilaciones indebidas»?
La reducción de las penas en casos de dilaciones indebidas se fundamenta en varios principios legales y éticos.
Nuestra Constitución, si bien no menciona explícitamente a las dilaciones indebidas, el artículo 24 garantiza el Derecho a un proceso público en el ejercicio de Derechos e intereses legítimos, sin que pueda producirse indefensión.
De este precepto se desprenden varios principios:
- Derecho a un juicio rápido: el Derecho a un juicio rápido es una parte fundamental de los Derechos humanos y de los Derechos legales en los sistemas judiciales. Si este Derecho es violado debido a dilaciones indebidas, la reducción de la pena puede ser una forma de compensar esta violación.
- Derecho a un juicio sin dilaciones indebidas: este es un Derecho humano reconocido internacionalmente. Un largo proceso judicial puede causar estrés psicológico, incertidumbre y trastornos en la vida del procesado. Las dilaciones indebidas pueden ser consideradas una forma de castigo antes de la condena, lo que resulta injusto.
- Principio de humanidad: las penas deben ser humanas y no pueden causar un sufrimiento innecesario. Si el procesado ha sufrido dilaciones indebidas, la reducción de la pena puede ser una forma de compensar ese sufrimiento.
- El respeto a la dignidad del acusado: las dilaciones indebidas pueden causar angustia mental, estrés y otros daños al acusado. La reducción de la pena puede ser una manera de compensar este daño.
- Principio de proporcionalidad: según este principio, la pena debe ser proporcional al delito cometido y a las circunstancias del caso. Si el procesado ha sufrido debido a dilaciones indebidas, la pena puede ser reducida para mantener la proporcionalidad.
- Equidad: reducir la pena puede ser una forma de garantizar la equidad en el proceso judicial. Si el procesado ha sufrido debido a la lentitud del sistema judicial, se podría argumentar que es justo y equitativo tener en cuenta ese sufrimiento al determinar la pena.
- Seguridad jurídica: las dilaciones indebidas pueden generar incertidumbre y desconfianza en el sistema judicial. La reducción de la pena puede ser una manera de restaurar la confianza en el sistema.
- Daño moral: esto puede cubrir el estrés y la angustia emocional causados por un juicio injustamente prolongado.
- Daño económico: esto podría incluir la pérdida de oportunidades de trabajo o de ingresos debido a la necesidad de asistir a juicio o a una prisión preventiva injustificada.
- Costes legales: en algunos casos, si se puede demostrar que las dilaciones indebidas fueron causadas por negligencia o mala conducta de las autoridades, se puede reclamar una compensación por los costes legales adicionales que se han incurrido como resultado.