Este caso que llegó a nosotros/as con un requerimiento de entrada en prisión fue después de que el cliente hubiese incumplido con los trabajos en beneficio de la comunidad a los que fue condenado. La única alternativa que teníamos era solicitar un indulto y, mientras este se sustanciaba, pedir la suspensión de la prisión, con la esperanza de que transcurriese el tiempo suficiente para alcanzar la prescripción. Finalmente, se concedió la suspensión y, recientemente, se remitió por el Juzgado la resolución donde se decreta la extinción de la responsabilidad criminal, la cual es firme.
Aunque como profesionales siempre nos decantamos porque lo mejor es llevar un tema desde su inicio, también estamos preparados/as para afrontar situaciones en las que se acuden a nosotros/as al final del camino. Y, como en este caso, entramos en un momento crítico para un cliente muy joven y con una vida estable y clara proyección de futuro. Por ello, cuando recibimos notificaciones de este calibre, sentimos una emoción parecida a la que debe sentir el/la afectado/a, al/la que le damos la noticia en el minuto 1.
Si te encuentras en una situación parecida y necesitas un/a abogado/a penalista urgente, contacta con nosotros/as y lucharemos para revertir esa situación extrema. Dentro de una lógica, nos adaptaremos a tus posibilidades de pago.